En estos días en que el gobierno colonial pasa por un período de estrechez económica (como el resto de los sistemas capitalistas) el gobierno arroja, una bajada de impuestos a la clase trabajadora. ¿Pero con qué propósito? Este gobierno nos ha demostrado en los dos años transcurridos, "que primero si atrapa a un embustero que a un cojo". La ausencia de verdad en todas las gestiones públicas es la marca de fábrica de la actual administración. El gobierno apuesta por crear tantos escenarios a la misma vez con la obvia intención de que las masas laboriosas no puedan reaccionar. Son los nuevos estilos basados en las guerras de cuarta generación, con el terrorismo mediático como punta de lanza. Por si fuera poco, he podido escuchar en diferentes medios radiales la campaña sistemática de estigmatizar el anarquismo para que no sea una opción de los trabajadores. Cada vez que uno de estos pseudo--analistas quiera atacar al gobierno (y de paso a la anarquía ) compara las ineficiencias del estado colonial con la misma. Esta situación se da sin importar si el analista es, de izquierda o de derecha (en realidad esto no importa si defienden al estado). Unos para preservar lo que existe y los otros, para asegurarse un futuro en caso de que la situación colonial cambie.
Para concluir, los anarquistas hoy al igual que en el pasado somos agredidos tanto por la derecha como por la izquierda (autoritarios de toda suerte y genero). Los primeros para defender sus privilegios de clase y los segundos para otorgarse los mismos, aspirando a ser, "la vanguardia iluminada que guiara al pueblo". Por tal razón en la lucha contra el capitalismo es necesario que se tiendan puentes a otras alternativas del socialismo como por ejemplo el marxismo (con los que se pueda dialogar). Pero, sin perder de vista cuáles son las intenciones de ellos como nuestros propósitos. La máxima ha de ser, con respecto a los defensores del estado; "juntos pero no revueltos".
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